viernes, 22 de febrero de 2008

Ensayos


Ensayo 1
Tema: Ensayo sobre la conciencia ética.
"Nunca pude, a lo largo de toda mi vida, resignarme al saber parcializado, nunca pude aislar un objeto de estudio de su contexto, de sus antecedentes, de su devenir. He aspirado siempre a un pensamiento multidimensional, nunca he podido eliminar la contradicción interior. Siempre he sentido que las verdades profundas, antagonistas las unas de las otras, eran para mí complementarias, sin dejar de ser antagonistas. Nunca he querido reducir a la fuerza la incertidumbre y la ambigüedad." Profesor Edgar Morin. Bahía Kino, Sonora, otoño 2004
Introducción
En este escrito voy a dar mi opinión con respecto al concepto de ética que se maneja en el libro los siete saberes necesarios para la educación del futuro, de Edgar Morin (1999).Como primer punto haré referencia a quien es E. Morin y por que es importante esta publicación, desarrollaré en forma sucinta los temas que trata este libro publicado por la UNESCO, pasaré luego a considerar en especial los conceptos que maneja con respecto a la compresión (capítulo VI) y la ética del género humano (capítulo VII), luego intento dar un panorama actual de la situación económica y educacional global y de México y por último me voy a referir en el apartado de conclusiones a algunas ideas que pudiera proponer en materia educativa en salud-ética, que es una de las actividades predominantes en mi práctica profesional; todo esto enmarcado en el contexto que propone Rojas Soriano (1992) sobre el plagio en el trabajo científico, publicado en “Formación de investigadores educativos”.
¿Quién es Edgar Morin?
Ante todo yo lo podría describir como un filósofo de la humanidad, una persona de las que ya existen muy pocas, un sabio. Un individuo comprometido no solo con su país sino con la humanidad y con el planeta, siempre con una visión integral.
E. Morin nace en Francia, en París, en 1921, de origen judío, su padre de apellido Nahum, Croata, su madre muere prematuramente cuando el tenía 10 años, a partir de lo cual llena ese vacío con ávida lectura y desarrolla un espíritu autodidacta e investigador desde entonces. Estudia en la Sorbona de forma simultanea Letras, Derecho y Ciencias Políticas, terminando las carreras de Historia, Geografía y Derecho, vive la invasión alemana de Francia durante la Segunda Guerra Mundial y forma parte del movimiento de resistencia. De tendencias socialistas desde muy joven, rechaza la guerra y se une al partido comunista de su país, del cual es expulsado en 1951 por su actividad crítica hacia la Unión Soviética, China y su relación con Tito. De profunda formación pacifista y compromiso social. Casado tres veces y con dos hijas producto de su primer matrimonio. Trabajó en el sector periodístico como redactor de varios periódicos, escrito libros donde ya aborda sus conceptos de trabajo transdisciplinar, tiene múltiples estudios socio-antropológicos publicados, participa en el movimiento Francés del 68. Y durante la segunda mitad del siglo pasado se enfrenta y discute los grandes cambios tecnológicos (cibernética), biológicos (descubrimiento de la estructura molecular del DNA y el desarrollo de nuevas áreas como la biología molecular, teoría general de sistemas) y refuerza su punto de vista transdisciplinar, donde desarrolla sus sistema de pensamiento, el pensamiento complejo; para los 90 publica los primeros libros de su obra más grande “El método”. Fue encargado del la reforma educativa en Francia. Tiene publicados por lo menos 45 libros desde 1946 al 2004; en 1999 publica los siete saberes necesarios para la educación.(Datos tomados de Biografía de E. Morin en: http://www.edgarmorin.com/Default.aspx?tabid=57 consultado el 20 de Febrero del 2008.)
Sobre los siete saberes para la eduación del futuro:
La educación es un instrumento de cambio: Es la premisa fundamental en este texto, el libro es resultado de una solicitud directa de la UNESCO de presentar una propuesta sobre el cambio educativo. E. Morin considera que estos siete saberes son siete vacíos en la educación actual o que existen en forma desintegrada o fragmentada y corresponden a: el primero a el conocimiento, conocer el conocimiento, conocer como ocurre, que existe el azar y la posibilidad de error cuando se esta tratando de enseñar conocimiento, cuales son las fuentes de error, que factores psicológicos y sociales participan para equivocarnos lo menos posible. El segundo es sobre el conocimiento pertinente, lo que debemos conocer se parcializa de manera que se estudian los objetos como situaciones separadas de nuestro medio ambiente, separando el sujeto del objeto y no se enseña como unirlos para contextuarlo y hacerlo verdaderamente útil, es decir apropiarse de este conocimiento, lo que actualmente se conoce como la necesidad de aprendizaje significativo. El tercero se refiere al significado de ser humano, pero no disperso como lo estudian las disciplinas, como la psicología o la ciencias naturales, sino el ser humano en sentido integral, el individuo en su cosmovisión, como parte fundamental del medio ambiente en el que vive, donde el humano es al mismo tiempo un individuo pero al mismo tiempo es parte de una sociedad y comparte una especie. El cuarto vacío se refiere a el papel que el humano tiene en el planeta, donde existe interconexión unos con otros y se comparten destinos comunes vitales. Pero entendiendo que esta interacción ha sido difícil y compleja, que tiene historia de dominación y dominados, pero que estamos en una fase “planetaria”, globalizadota donde los que hagamos unos influye a otros, con amenazas únicas como la destrucción nuclear o biológica, nunca antes vista en nuestro planeta. La humanidad se enfrenta entonces a problemas de vida o muerte y si no tomamos un papel activo y reflexivo podemos destruirnos, extinguirnos. El quinto vacío es enseñar a afrontar las incertidumbres, esto relacionado nuevamente con el azar, no a la incertidumbre absoluta, sino a la incertidumbre resultado de la actividad humana, por más ciencia que hagamos persiste ese criterio de incertidumbre, podemos pensar que puede pasar pero no asegurarlo y esto sucede ante situaciones políticas, económicas y sociales. El humano tiene que saber enfrentarse a lo inesperado a medida que nuestro futuro cambia. El sexto es la comprensión, no solo tolerancia entre los humanos, no solo buena voluntad, sino un conocimiento más profundo, es decir comprender de veras las diferencias y semejanzas entre nosotros, llámese familia o de manera mas amplia sociedad, pueblo o incluso civilización. El último vacío lo llama ética o antropoética y se basa en que todos somos miembros de la misma especie, con conceptos de conducta propios, pero también con conceptos de conducta para con la sociedad y de manera más amplia estructuras de conducta para con nuestra especie.
Para logar un cambio en la forma de pensar del humano, para convertirlo en un ser ecológico y planetario con conciencia se debe cambiar la estructura educativa, se debe realizar una reforma educativa que contemple estos saberes, la cual a su vez cambiara la forma de pensar de los involucrados en el proceso educativo, esa de manera que se propaguen estos conocimiento. Los siete saberes no sustituyen el conocimiento científico que se da en las escuelas, sino que debe servir como marco conceptual del individuo, servir de contexto general donde realiza procesos de aprendizaje, donde lo que aprenda pueda ser para hacer el bien propio, de los demás y de su ambiente, enseñando disciplinas que sinteticen el actuar del humano como la ecología. El ser humano debe adquirir conciencia de pertenecer a un universo, a un solo planeta y ser parte de una sociedad y que cualquier acción que realice conlleva responsabilidad individual-social y de especie. No el ser humano cosmopolita que no reconoce países, sino individuos que pertenecen a una familia propia, a una sociedad cercana a él, que esta estructurada en forma más amplia en países del cual se considera parte, pero que también tenemos responsabilidad como especie que vive en el planeta tanto para con nosotros como para las demás especies que viven en el planeta.
Panorama de la situación actual
El capitalismo con su visión de apropiamiento del conocimiento y en su enfoque globalizador nos ha llevado a los que Tederesco (2003) a denominado, límites de la racionalidad técnica. Donde los sistemas de valores y ética poco valen y la investigación esta orientada a las demandas del mercado. (Aguirre, 2003).
Comos señala Aguirre en su entrevista a Meter McLaren: “La globalización representa una fachada ideológica que camufla las numerosas y variadas operaciones del imperialismo. En efecto, el concepto de globalización ha reemplazado efectivamente el término imperialismo en el léxico de la élite gobernante, con el propósito de exagerar el carácter global del capitalismo como un poder totalmente acompasado e infatigable que, aparentemente, ningún estado-nación tiene los medios para resistir u oponerse. Por demás enreda el
asunto de que el capitalismo ya no necesita por más tiempo la protección del
estado-nación”. (Aguirre, 2003)
La globalización no solo permea los ámbitos económico y de producción social, sino que influye en la producción del arte y la cultura. (De la Torre, 2000), de manera que los gobiernos cuando son concientes están enfrascados en una encrucijada donde por un lado tienen ante si la necesidad de los individuos de una sociedad y por otro lado las presiones que le imponen los gobiernos imperialistas que controlan la actividad económica y que por lo tanto tienen influencia socio-política.
De la Torre (2000) en su artículo sobre el ciudadano democrático menciona la síntesis que ha hecho El Dr. Pablo González Casanova sobre la situación de nuestro país que a continuación transcribo:
“Entre las crisis ya manifiestas –dice Don Pablo- se encuentran las siguientes: “1)
La de los pueblos indios cada vez más discriminados, empobrecidos, asediados,
despojados, explotados, excluidos, hambrientos y enfermos y cada vez más
dignos y rebeldes; 2) La de los estudiantes universitarios en lucha por la
educación superior pública y gratuita y porque no les quiten el futuro; 3) La del
gran subsidio del pueblo a los banqueros [...] ; 4) La del campo mexicano [...]; 5)
La de los pequeños y medianos empresarios sin créditos o con créditos [...]
incosteables. 6) La de la violación de los derechos individuales y sociales [...]; 7)
La del narcotráfico y el crimen organizado que se articulan [...] a la banca [...] y a
los círculos gubernamentales [...] 8) La de salarios nominales congelados y
salarios reales disminuidos [...] 9) La de los servicios públicos de educación, salud,
alimentación, seguridad social, infraestructura, con subsidios y presupuestos cada
vez más reducidos [...].”
La educación se afirma que es el medio para que la sociedad sea más justa, es un medio para mejorar el bienestar social y económico y permite disminuir las brechas sociales y culturales, además, se asegura que “impulsa la movilidad social, el empleo, la solidaridad y la conciencia cívica” (Rodríguez, 2001).
El estado mexicano, solo contempla en su “reforma educativa” la participación social en la educación como se puede apreciar en el trabajo de Latapi sobre la política educativa del Estado mexicano (Latapi, 2004). Los principios que rigen la educación en nuestro país siguen siendo más orientados por la política y por factores económicos que por los principios de globalidad, humanidad, conciencia ecológica y antropoética. Estas políticas siguen cambiando con cada sexenio a diestra y siniestra y dependiendo del partido que este en el poder.

Conclusiones
E. Morín liderea un movimiento humanista, un movimiento por una nueva humanidad, una humanidad con una visión holística, en donde se entienda que nuestras acciones tienen resultados complejos tanto en lo social, como en lo económico y más aún a nivel ecológico con consecuencias para el planeta, nuestra especie y las demás formas de vida en la Tierra. Propone un cambio utópico sensato (De la Torre, 2000), algo que puede llevarse a cabo si nos lo proponemos .
La educación institucionalizada en nuestro país poco ha cambiado, continua con un panorama sombrío y parcializador, vivimos dentro de una crisis política, económica y social y se requiere un cambio profundo en todas las estructuras mencionadas, pasar de un estado corrupto y desigualitario a uno honesto y antropoético (Morin, 1999), con conciencia universal, pero para esto debemos trabajar mucho y trabajar sobre los cimientos sociales, de manera que transformemos nuestro entorno social. Ahí es donde la educación y en especial los maestros o docentes juegamos un papel preponderante, necesitan cambiar su estrategias de enseñanza por otros que involucren a los educandos en un papel activo para ellos y para su sociedad en una enseñanza de conocimiento que tenga significado contextual. El aprendizaje situado puede ser una opción, bajo la visión de una pedagogía crítica, donde se fomente la igualdad social y equitativa con valores sociales de cooperación y solidaridad (Aguirre, 2003). La antropoética debe influenciar nuestra actividad personal, familiar y social; en el campo académico debemos estar concientes y ser responsables de nuestros actos, ser capaz de reconocer el conocimiento que producimos como propio, pero también reconocer el que producen otros compañeros y darles los créditos respectivos, debemos reflexionar y evitar el plagio del saber, tanto porque es una cuestión de ética como que también puede ser una situación legal y como dice soriano: los docentes juegan un papel fundamental en trasmitir esta información.(Soriano,1992). La ética no son lecciones de moral, deben ser incorporados a nuestra conciencia, ser parte de nuestro actuar diario y la debemos transmitir a nuestra familia y a los miembros de nuestra sociedad.
Enseñando los siete saberes damos un paso hacia la libertad mediante un actuar democrático, mediante un interactuar con nuestros semejantes, tomando decisiones juiciosas y evitando que tomen decisiones por nosotros, eso es lo que debemos enseñar a la gente que nos rodea.


Bibliografía
Rodríguez Gómez (2001), Educación, desarrollo y democracia en América Latina, Perfiles Educativos, vol. XXIII, núm. 94, pp. 6-42.

Morin Edgar, (1996), El pensamiento ecologizado, Gazeta de Antropología No 12, 1996 Texto 12-01,Consultado el día 16 de febrero del 2008 en: http://www.ugr.es/~pwlac/G12_01Edgar_Morin.html

Morin Edgar, (1999), los siete saberes necesarios a la educación del futuro, UNESCO, Francia.

Tedesco, J. C. (2003). Investigación educativa: de la ciencia social a la filosofía social. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 5 (2). Consultada el día 16 de febrero de 2008 en: http://redie.uabc.mx/vol5no2/contenido-tedesco.html

De la Torre, M. (2000). El ciudadano democrático. Utopía sensata de la
posmodernidad educativa. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 2 (2).
Consultado el día 16 de febrero de 2008 en: http://redie.uabc.mx/vol2no2/contenido-torre.html

Aguirre, L. C. (2003). El sentido de la pedagogía crítica en la era de la
globalización después del 11 de septiembre de 2001. Entrevista a Peter McLaren
(Versión en español actualizada). Revista Electrónica de Investigación Educativa,
5 (1). Consultado el día 16 de febrero del 2008 en: http://redie.uabc.mx/vol5no1/contenido-coral2.htm

Latapí, P. (2004). La política educativa del Estado mexicano desde 2002. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 6 (2). Consultado el día 16 de febrero del 2008 en: http://redie.uabc.mx/vol6no2/contenido-latapi.html

Rojas, Raúl. (1992),“El plagio en el trabajo científico” en Formación de investigadores educativos, Edit. Plaza y Valdés, México.

1 comentario:

DRA EDNA A SOTOMAYOR C dijo...

muy completo e interesante
fgelicidades
EDNA